miércoles, 22 de enero de 2014

De abogados, redes sociales y océanos azules

Hace casi dos años ya, en febrero de 2012, publiqué un artículo sobre lo que entonces era la incipiente llegada de los despachos de abogados a las Redes Sociales. Parece que la realidad ha dado respuesta contundente a la pregunta que entonces planteábamos ¿Deben estar los despachos de abogados en las Redes Sociales? Muchas de las previsiones y tendencias entonces apuntadas se han cumplido e incluso superado y hoy son muchos los que en el mundo del derecho (tanto grandes despachos en principios reticentes como despachos medianos o despachos unipersonales se manejan con total soltura en el proceloso mundo de las Redes Sociales y son muchos los profesionales que están familiarizados con términos no hace tanto extraños para la comunidad jurídica como hashtag, follower, post, perfil o trending topic. Si como se reflejaba en este reciente artículo de Expansión el 46% de los clientes busca despacho de abogados (o al menos referencias y opiniones sobre los mismos) a través de Internet parece lógico que los despachos dediquen cada vez más recursos y esfuerzos a mejorar su presencia online y a fortalecer su reputación digital. Y como intuíamos desde el inicio Twitter y Linkedin son, no sólo las redes más usadas por los abogados sino a las que les encuentran mayor utilidad y donde se sienten más cómodos según refleja el último estudio anual sobre Marketing Jurídico de LawyerPress. Sin olvidarnos, por supuesto, de la creciente importancia del blog como el espacio donde poder profundizar más en la difusión del conocimiento y generar marca y comunidad de seguidores, nos sigue llamando la atención la escasa utilización de Youtube por parte de los abogados y despachos en España. Y al hilo de esto quiero volver la mirada a una de las teorías de mayor éxito en el mundo del marketing en los últimos años. En 2005 los autores Cham Kim y Reneé Mauborgne formularon su exitosa Estrategia del océano azul. Ellos definen “los océanos rojos” como el lugar donde todos los tiburones están peleando por las mismas presas, hay comida (hay negocio) pero son muchos los que pelean. A simple vista de pájaro se distinguen por el color rojo de la sangre. Frente a esto, los más inquietos de entre los tiburones intentan innovar, descubrir otras zonas donde poder encontrar comida sin tener que luchar con otros tiburones por la misma comida. Es lo que se conoce como “océanos azules”, terrenos todavía no sobreexplotados. Esta teoría es desde entonces enseñada en escuelas de negocio de todo el mundo y lo que es más importante utilizada por gestores, comités de dirección y directores de marketing de empresas a la búsqueda de nuevo negocio. Aplicando esta teoría a la actividad de los abogados en Redes Sociales encontramos similitudes. El crecimiento exponencial de la repercusión y actividad en Twitter ha sido deslumbrante en los últimos dos años. Esto sin duda ha traído muchas ventajas, ha enriquecido la conversación, ha generado contactos y negocios, pero ha multiplicado el ruido mediático. Y aunque las listas y los hashtags son muy útiles, cada vez es más difícil hacerse oír, destacar entre el aluvión de links, datos, mensajes contundentes y opiniones ocurrentes, muchas veces parecidas. Twitter empieza a ser un “océano rojo”. Es evidente que todavía hay peces y los caladeros no dan síntomas de agotamiento, pero hay muchos (cada vez más) peleando por los mismo peces y el esfuerzo por conseguir el mismo resultado cada vez será mayor. Y en esa búsqueda de océanos azules para los abogados en Redes Sociales emerge la figura de Youtube como una opción que merece reflexión y prueba. Youtube año a año crece en importancia. Son muchos los que aseguran que la siguiente revolución en las Redes Sociales vendrá apoyada en la imagen. Sí, cada vez importa más lo visual pero no nos podemos olvidar de la palabra. Youtube responde a ambas necesidades. Universidades, escuelas de negocios o fundaciones de todo el mundo han encontrado en Youtube y en vídeos creados ad hoc una plataforma idónea para transmitir el conocimiento, para alcanzar visibilidad y para incrementar su reputación como expertos en una materia. Y ante esta opción los abogados no deberían encontrar excusas del tipo ¿y yo que puedo contar en Youtube? Como afirmábamos recientemente en un curso impartido en el Colegio de Abogados de Madrid no puede servir como excusa el ¿que puedo contar que sea atractivo?. Si un sastre es reconocido como un caso de éxito 2.0 y tiene cosas que contar atractivas a través de Youtube que merezcan ¡6 millones de visitas! un abogado debería estar capacitado para comunicar sus conocimientos con éxito. Entre otras aspectos, la utilización de Youtube por parte de los abogados incidiría muy directamente en dos de las ventajas que definíamos en el post de Marzo de 2012 que conlleva la presencia en Redes Sociales para un despacho de abogados: • La identidad digital es uno de los medios más importantes para reforzar la reputación. El mundo de los abogados es un negocio de confianza y la confianza se consolida en la red. Y los clientes quieren poner “cara y voz” al abogado. • Posicionamiento como experto en un tema determinadoo en un área de actuación. Ya no vale con publicitarse como experto ahora hay que demostrarlo y compartir el conocimiento. Además en pocos colectivos profesionales encontraremos un mayor dominio de las artes de la dialéctica, la oratoria y la argumentación. Si en todo mercado ser pionero tiene su recompensa y plantar la bandera otorga una ventaja competitiva a quien lo hace ¿A qué están esperando los despachos (sobre todo, los despachos unipersonales) para desembarcar en Youtube y compartir esas píldoras de conocimiento, opiniones y consejos con sus potenciales clientes?